Tomarnos un descanso sobre ruedas en épocas festivas es común
para el equipo, casi religiosamente en el mes de abril ya estamos preparando
nuestro equipaje para salir a recorrer los páramos trujillanos cuyo cariño
especial le hemos tomado volviéndose casi adictivo el volver cada año a
recorrerlos. Las ruta que presentamos aca fue nombrada por nosotros mismos como
la casa fantasma, ya que surge de una anécdota que comienza en un dia muy
nublado y que ya entrada la tarde nos encontrábamos en plena montaña con una
neblina especialmente espesa, la idea era pasar por la cascada (tal, que sale
en el video) y salir por el famoso cementerio del pueblo de la puerta, el plan
era claro pero no sabíamos el camino que tomaríamos para encontrarlo. De esta
forma y ya refrescados en la cascada seguimos camino a el esperado descenso
pero fue cuando la neblina se cerro y nos perdimos un par de horas con lluvia y
truenos refugiándonos en un ranchito abandonado cuyos huéspedes eran palomas,
las paredes estaban tiznadas y el olor a humo y excremento de aves era tremendo,
El sitio era el propio templo del terror y de ahí su nombre.
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